Mar del Olmo

Cómo empezar a escribir una novela

como empezar una novela

¿Se puede aprender a escribir una novela? 

Si alguna vez te has formulado esta pregunta, sigue leyendo, porque voy a destriparte todos mis secretos.

¡Ah! y no te voy a enseñar, que no soy profesora, ni una experta, solo pretendo contarte mis trucos y mi eterna fuente de inspiración.

Es cierto que cada uno tiene sus propios métodos, y hay quien habla de escritores brújula y escritores mapa. Vamos, que ¿partimos de la base de que para poder escribir hay que tener sentido de la orientación?

Lamento desanimarte, pero no. Al menos, no desde mi experiencia. Si fuera así, yo no estaría aquí hablándote de mi pobre experiencia.

Para mí el norte siempre es el punto que está delante de mí y el sur a mi espalda. Y para entender los mapas, tengo que darles la vuelta o si no, creo que voy en dirección contraria.

Mis métodos son un tanto banales, porque me baso en la experiencia, en lo que he vivido, sentido, escuchado… Es aquí cuando surge la eterna pregunta de los que me han leído, pero no, mi primera no es autobiográfica, aunque, como es mi tercer hijo, hablo de ellos como si se trataran de miembros de mi familia.

Durante los días, semanas y meses que pasamos confinados no fui capaz de escribir mucho. Al menos, no todo lo que me hubiera gustado. Tanto tiempo encerrada en casa y las musas me abandonaron. Una verdadera pérdida.

Sin embargo, sí que tuve gran capacidad de observación y, de manera silenciosa, fui anotando mentalmente ideas capaces de nutrir dos o tres novelas más.

 

Necesitas ser observadora para poder empezar a escribir un libro.

 

Una de mis maestras en esto de la visibilidad como escritora, ha escrito en su blog que si quieres vivir de tus letras tienes que tener un catálogo de libros, no sirve con una novela y echarse a dormir. Esto no es como en la música, que llegas un día, lo petas en las listas de éxitos con una canción, y cobrando derechos puedes tener un sueldo mensual medio digno.

Somos legión los que escribimos. La semana pasada me pasaron un estudio de la salud del sector literario en España y vi que en 2019 se habían publicado más de 80.000 títulos.

¿Cómo no va a estar enfermo de inanición el sector? ¡No hay lectores para alimentar a tanto loco dándole a la tecla!

 

Teclea en el buscador “cómo escribir una novela”

 

En los primieros puestos te van a salir unos cuantos cursos que, probablemente, sean más profesionales que yo. Pero lo cierto es que yo no pretendo ponerme en la piel de un profesor. Tan solo pretendo darte los trucos que me sirven a mí y el resultado.

Porque voy a hablarte de esas obras que nacieron durante la pandemia, esa que se resiste a irse de nuestro lado.

Conozco a un gurú de los negocios que dijo que para qué vas a crear algo nuevo que no sabes si va a funcionar, comercialmente hablando, sí puedes copiar con estilo lo que está demostrado que ya está funcionando. Un trabalenguas, pero ahora lo vas a entender. 

 

Este ha sido mi método para crear de cero unas novelas cortas

 

Cortas, sí, porque no creo que tenga capacidad de alargarlas tanto como Guerra y Paz, partiendo de unas existentes y con éxito de venta detrás. 

Estoy segura de que el argumento tiene potencial, y un buen nicho de mercado, juzga tú misma.

Temblad, escritores ganadores de un Premio Planeta, ha llegado Mar del Olmo, el terremoto creativo novelístico.

 

cómo escribir una novela

 

CIEN AÑOS DE PUBERTAD

Lo sé, conoces la obra del gran García Márquez y este título se parece demasiado. ¿No te he dicho que para escribir estas novelas me voy a fijar en obras consagradas? Pues esta es una de mis favoritas y la voy a fusilar.

En lugar de pasar por las diferentes generaciones de los Buendía, o los del Olmo en este caso, Cien años de pubertad  tratará de un grupo de adolescentes que viven en la edad del pavo  el tiempo que correspondería a cien años perrunos. Porque, con 30 años, hay individuos que siguen siendo adolescentes.

¿Será una estrategia para hacer suyo para siempre el síndrome de Peter Pan y vivir de los padres hasta poder vivir de los hijos?

Solo le pido al cielo que a mí no me toque vivir esta experiencia, porque es lo más próximo a la muerte que puedo alcanzar a pensar.

Que tener un par de hijos adolescentes es la antesala del infierno. Que esta etapa no acaba nunca y, además, cada día empieza antes.

Y que, como dijo un entrenador de fútbol escolar, si son mayores para follar son mayores para trabajar.

Pues que baje Dios y lo vea, pero trabajo, lo que se dice trabajo no realizan, sino que lo dan.

 

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LA CARA NORTE DEL PESCOZÓN

Espero que Dolores Redondo nunca llegue a leer este post porque me retiraría el saludo antes de concedérmelo, que no tengo el gusto de conocerla.

Como adelanto de la sinopsis, te puedo ofrecer lo siguiente:

Una mujer madura se enfrenta a diario con la impertinencia de los ignorantes, la mala educación en supermercados y transporte público, la terrible gestión política del mundo al completo, los impertérritos locutores de radio y televisión cantando titulares... un furor ardiente que le crece en su interior haciendo que su sangre hierva y su frente esté constantemente perlada por el sudor de los sofocos menopáusicos.

En su rostro siempre se ve reflejada una sonrisa, la que representa la cara oculta del pescozón, el que en sueños reparte a diestro y siniestro a todo aquel que osa importunarla. Es decir, a todo el que se menea.

Como ves, se trata de un thriller psicológico cargado de tensión.

 

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LOS CUATRO FILETES DEL APOCALIPSIS

La inspiración de esta novela me asaltó en varias ocasiones, pero me ha costado crear el hilo argumental. Sería algo parecido a esto: la historia de una madre vegetariana que convive con unos hijos carnívoros confesos.

A diario la acusan de no llenar nunca la nevera, le achacan una nueva forma de tortura al quitarles toda posibilidad de prepararse algo para cenar. Ella lucha contra las pelusas del pasillo y los pelos del lavabo, hasta que consigue llegar a la cocina y enseñarles dos paquetes de filetes recién adquiridos y ocultos tras la puerta del frigorífico.

Justo en ese momento, los jóvenes, muy contrariados, anuncian que se van de fin de semana, olvidan la existencia de la carne, y terminan verdes y oliendo a carne podrida, que no es, ni más ni menos, en lo que se convierten.

Cuando llega la responsable de compras y ve el estado de las viandas, monta tal pollo que aquello parece el fin del mundo.

Aún no sé cómo plantear el final. Te lo confirmaré uno de estos lunes…

 

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LA SOMBRA DEL INGLÉS ES ALARGADA

Si Miguel Delibes levantara la cabeza…

Este libro trataría de una abnegada madre que, para librarse un año de sus preciosos hijos, se empeña hasta las cejas con la única finalidad de mandarlos a estudiar un curso en el extranjero.

Pero los jóvenes son unos descarriados y traman un plan: antes de Semana Santa tienen que estar de vuelta en el hogar para poder asistir a las fiestas de su pueblo que son un desparrame.

Mientras la madre trabaja de sol a sol en el Mercadona, limpiando los suelos montada en un tractor fregona, los niños no pegan un palo al agua al otro lado del océano.

Cuando, llegado el momento, los responsables de la estancia en el extranjero de los adolescentes hacen un repaso a las calificaciones de las dos malévolas criaturas, a finales de febrero, los expulsan del programa porque su nota media no llega ni al 3.

De vuelta a casa, y a pesar de que no quieren escuchar a su madre, cuando van a los conciertos de los artistas no nacionales vuelven a casa con una tristeza sin parangón porque no entienden las letras.

Creo que el final será apoteósico cuando la madre les diga: 

¡Os lo dije!

Pienso que es un final abierto que deja al lector una reflexión en bandeja.

Espero que no nos vuelvan a confinar, que con tanta trama tengo mucha plancha y mucha tecla que tocar, y se me van a gastar los folios y las uñas.

Y tú, ¿tienes algún título de novela que quieres que te plagie? Trabajo por encargo.